FÚTBOL INTERNACIONAL
Alireza Faghani, el árbitro australiano elegido para dirigir la final entre PSG y Chelsea
La UEFA ha anunciado oficialmente que el árbitro australiano Alireza Faghani será el encargado de impartir justicia en la esperada final entre el Paris Saint-Germain (PSG) y el Chelsea FC, en un duelo que promete intensidad, grandes figuras y un altísimo nivel de competencia.
Faghani, de 46 años, es considerado uno de los jueces más experimentados y respetados del fútbol internacional. Ha dirigido partidos en Copas del Mundo, Juegos Olímpicos, Copas Asiáticas y Mundiales de Clubes, lo que le ha valido el reconocimiento por su capacidad para manejar encuentros de alta presión.
Un árbitro con recorrido internacional
Nacido en Irán pero actualmente afincado en Australia, Alireza Faghani cuenta con una amplia trayectoria en el arbitraje de élite. Fue uno de los árbitros destacados del Mundial de Rusia 2018 y también participó en Qatar 2022. Su estilo es conocido por ser firme, técnico y con buena lectura de juego, lo que lo hace ideal para encuentros de máxima exigencia.
Esta será una de las pocas ocasiones en que un árbitro de la Confederación Asiática dirija una final de un torneo internacional de clubes europeos, lo cual representa un reconocimiento no solo a su nivel individual, sino también a la creciente apertura de las grandes competiciones hacia perfiles arbitrales globales.
Un encuentro de alto voltaje
La final entre PSG y Chelsea será un choque de estilos, figuras internacionales y ambiciones renovadas. Con Kylian Mbappé liderando a los parisinos y figuras como Enzo Fernández y Cole Palmer en el conjunto inglés, se espera un duelo vibrante tanto en lo futbolístico como en lo emocional.
En ese contexto, la labor del árbitro será clave para mantener el control del partido y garantizar un desarrollo limpio y justo. La designación de Faghani parece apuntar precisamente a eso: un perfil con autoridad, experiencia y equilibrio.
Conclusión
La elección de Alireza Faghani como árbitro de la final entre PSG y Chelsea no solo confirma su estatus como uno de los mejores jueces del mundo, sino que suma un ingrediente más al espectáculo. Con todo listo para una gran final, el australiano tendrá la responsabilidad de hacer cumplir el reglamento en uno de los partidos más esperados del calendario europeo.
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