El expresidente y actual candidato republicano Donald Trump volvió a sacudir la relación comercial entre México y Estados Unidos al anunciar la imposición de un arancel del 30% a todos los productos mexicanos. El argumento: México “no está haciendo lo suficiente” para detener el flujo de drogas, especialmente fentanilo, hacia territorio estadounidense.
El anuncio, realizado durante un mitin en Ohio, provocó reacciones inmediatas tanto en los mercados como en la política mexicana. La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, respondió con un mensaje diplomático y moderado, afirmando que confía en llegar a un acuerdo con Washington para proteger los intereses económicos de ambas naciones.
Los aranceles anunciados por Trump tendrían efectos significativos en sectores como el automotriz, agrícola y manufacturero, pilares de la economía mexicana. Analistas advierten que una imposición de este calibre podría provocar una guerra comercial y encarecer productos tanto en México como en Estados Unidos.
La decisión llega en medio de la campaña electoral estadounidense, donde Trump ha redoblado su discurso contra la migración y el narcotráfico, dos temas que han sido eje central de su estrategia política.
Desde Ciudad de México, Claudia Sheinbaum —quien asumirá la presidencia el 1 de octubre— fue clara en su postura: “Estamos dispuestos a dialogar. México siempre ha trabajado para combatir al crimen organizado y queremos mantener una relación de respeto y cooperación con Estados Unidos”.
Fuentes diplomáticas confirmaron que el equipo de transición de Sheinbaum ya está en contacto con funcionarios estadounidenses para abordar la situación antes de que la medida entre en vigor. La actual canciller, Alicia Bárcena, también pidió prudencia: “Las decisiones unilaterales no ayudan a resolver problemas estructurales”.
Expertos coinciden en que Trump busca capitalizar el tema del narcotráfico para movilizar a su base conservadora, presentándose como un líder firme frente a lo que considera una “amenaza exterior”. La narrativa busca vincular el fentanilo con la frontera sur, a pesar de que buena parte de su tráfico ocurre a través de canales legales intervenidos por redes criminales sofisticadas.
“La medida tiene más carga política que efectividad real. El comercio bilateral es demasiado profundo como para soportar un arancel de ese tamaño sin consecuencias graves para ambos lados”, opinó un analista del Wilson Center.
El anuncio de Donald Trump abre un nuevo frente de tensión en la relación entre México y Estados Unidos. Mientras Claudia Sheinbaum apuesta por el diálogo, el escenario se complica a medida que se entrelazan las campañas presidenciales en ambos países. El reto será encontrar un equilibrio entre la presión política, la cooperación en seguridad y la estabilidad económica regional.
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